Publicado el 17 de febrero, 2016 por Willean ROQUE VARGAS
El PELA o acompañamiento pedagógico,
inició su intervención el año 2008 y tuvo vigencia hasta el año 2015 (08 años),
durante este proceso se fue evolucionando los cargos, perfiles, funciones, el
protocolo y las formas de intervención, en la cúspide de este proceso 2014-2015
se llegó a las siguientes conclusiones:
- Se estableció una cadena formativa:
formador-acompañante-docente acompañado-estudiantes.
-El formador asesora y monitorea al acompañante, y el
acompañante asesora y acompaña al docente de aula.
-Cada docente de aula recibe al año 2 talleres de
actualización, 8 microtalleres y 10 visitas en aula.
Todo este proceso tuvo resultados
exitosos como elevar los resultados de la ECE en el 2do grado en el nivel 2
(del % en comprensión lectora y % en matemática en el 2008; al % en comprensión lectora y % en matemática en el 2014). Asimismo el
desempeño docente en las 6 competencias priorizadas por el PELA también ha
evolucionado considerablemente en todo este proceso.
Por otro lado entre el
2014-2015 el MINEDU en convenio con la UPCH (Universidad Peruana Cayetano
Heredia) becó al 100% de acompañantes y formadores del PELA para
especializarlos en acompañamiento pedagógico para el periodo 2016-2021.
Sin embargo el presente año,
bajo………………., ante la sorpresa e incredulidad de los becarios de la UPCH y
muchos entendidos en temas educativos se quebró todo este proceso a nivel
cuantitativo y cualitativo, veamos este quiebre:
Cualitativamente:
-Se rompió la cadena
formativa, ahora sólo existirá acompañante-docente acompañado. La interrogante
es ¿Quién asesora y monitorea al acompañante?
-Se crea el cargo de gestor
(profesional de perfil administrativo) y se elimina el cargo de formador de
acompañantes pedagógicos.
-Se crean 3 modelos de
acompañamiento: (1) acompañamiento en IIEE multigrado (modelo PELA); (2)
acompañamiento en IIEE EIB (modelo RER-ASPI); y (3) soporte pedagógico en IIEE
urbanas.
-Se ha desechado el
protocolo de acompañamiento pedagógico que tanto había costado construirse y no
se tiene en claro un protocolo específico para cada modelo (se iniciará todo
desde cero).
-Los más de 3000
acompañantes y formadores becados y titulados por la UPCH-MINEDU quedan fuera
del escenario (no existe el cargo de formador y no existe ningún reconocimiento
o incentivo para los acompañantes pedagógicos).
Cuantitativamente:
-Se ha eliminado el cargo de formador de acompañantes pedagógicos del sistema, por ejemplo en el caso de Puno, de los 27 formadores el 2015 para el 2016 existen cero formadores.
-Se ha eliminado el cargo de formador de acompañantes pedagógicos del sistema, por ejemplo en el caso de Puno, de los 27 formadores el 2015 para el 2016 existen cero formadores.
-Se ha reducido
aproximadamente el 80% los puestos de acompañante pedagógico, por ejemplo otra
vez en el caso de Puno de 180 acompañantes el 2015, este año sólo se
contratarán 25 acompañantes y 31 ASPIS, lo cual reducirá peligrosamente la
focalización e intervención en las IIEE.
CONCLUSIONES:
-Se iniciará un proceso
prácticamente de cero, con menos personal para acompañamiento y con un nuevo
protocolo en proceso de construcción.
-Se ha dejado fuera a más de
3000 profesionales formados por el MINEDU-UPCH y por tanto se ha perdido el
presupuesto invertido en ellos.
-Los resultados de
aprendizaje de los estudiantes y la mejora de desempeño docente se verán
estancados y hasta podría haber un retroceso muy peligroso.
Como reflexión final cabría
preguntarnos ¿Por qué se quebró todo este proceso?, ¿Quién fue el responsable?,
¿Qué sustento técnico real se tiene? A todo esto surgen hipótesis como los
intereses de la DIGEIBIRA por imponer su modelo RER (Redes Educativas Rurales)
o la inspiración de algunos funcionarios del MINEDU perfeccionar al máximo el
proceso de acompañamiento. Solo queda esperar los resultados cualitativos y
cuantitativos a nivel de nuestros estudiantes y docentes. Sin embargo el
análisis ya está hecho y ahora sólo queda como juez el tiempo y los primeros
resultados al 31 de diciembre del 2016. Finalmente desde nuestra posición
reafirmamos que el propio MINEDU ha dado el golpe mortal a todo el proceso de
acompañamiento pedagógico.